El primer gran paso para la salud del corazón: prevenir el colesterol alto

Artículo

Introducción

En una época en la que el sedentarismo y los hábitos alimentarios poco saludables se han convertido en la norma, no podemos dejar de insistir en la importancia de prevenir la hipercolesterolemia. Los niveles altos de colesterol pueden aumentar significativamente el riesgo de padecer enfermedades cardíacas, infartos cerebrales y diversos trastornos cardiovasculares. No obstante, la adopción de una actitud preventiva, junto con unos sencillos cambios en el estilo de vida, les permite a las personas no sólo cuidar la salud del corazón, sino que además mantener los niveles de colesterol bajo control.

Dieta equilibrada

Consumir una dieta equilibrada y cardiosaludable es fundamental para prevenir el colesterol alto. Procure una dieta rica en frutas, verduras, cereales integrales, proteínas magras y grasas saludables como las que se encuentran en los aguacates, los frutos secos y el aceite de oliva. Reduzca el consumo de grasas saturadas y grasas hidrogenadas presentes en los alimentos procesados y frituras, ya que tienden a elevar los niveles de colesterol LDL (lipoproteínas de baja densidad), comúnmente conocido como colesterol «malo».

Actividad física regular

Hacer ejercicio en forma habitual es otro aspecto crucial para controlar el colesterol. El ejercicio contribuye a aumentar el colesterol HDL (lipoproteínas de alta densidad), también conocido como colesterol «bueno»; a su vez ayuda a controlar el peso, con una mejora global en lo que respecta a la salud cardiovascular. Hágase el propósito de realizar al menos 150 minutos de actividad aeróbica moderada o 75 minutos de ejercicio enérgico a la semana, acompañado de rutinas de entrenamiento muscular.

Limite la sal y los azúcares añadidos

El consumo excesivo de azúcares añadidos y alimentos ricos en sodio puede contribuir a elevar los niveles de colesterol y la presión arterial. Fíjese en las etiquetas nutricionales de los alimentos envasados para ver si contienen azúcares ocultos y opte, siempre que sea posible, por alimentos integrales no procesados. Un menor consumo de sal también ayuda a bajar la presión arterial, lo cual beneficia indirectamente los niveles de colesterol.

Dejar de fumar

Fumar no sólo deteriora los vasos sanguíneos y restringe el flujo de oxígeno al corazón, sino que también disminuye el colesterol HDL. El impacto de abandonar el hábito del cigarrillo es inmediato y positivo para la salud del corazón. De ser necesario, recurra a profesionales de la salud o grupos de apoyo para que lo orienten en el tema.

Exámenes de rutina

Los controles médicos periódicos son esenciales para monitorizar los niveles de colesterol y la salud cardiovascular en general. Un perfil lipídico, al medir varios componentes del colesterol, permite que los profesionales de la salud evalúen el riesgo y recomienden las intervenciones adecuadas si el caso lo amerita.
Ocho datos que (probablemente) no conocía sobre el colesterol alto*
  • El hígado produce el 75% del colesterol en la sangre.
  • Las personas con colesterol alto usualmente no experimentan ningún síntoma de advertencia.
  • Se estima que los niveles altos de colesterol son responsables de un tercio de las cardiopatías isquémicas en el mundo entero.
  • En 2020, al menos el 33,3% de los estadounidenses padecía de colesterol alto.
  • Casi el 23% de los brasileños tenía niveles elevados de colesterol en el 2016.
  • El 54% de los hombres y mujeres en Europa se esfuerzan por combatir la hipercolesterolemia.
  • Los huevos y el queso no son los adversarios en la batalla contra el colesterol alto.
  • El aguacate es el aliado incuestionable del colesterol sano.
(*) https://supplements101.net/high-cholesterol-statistics

Conclusión

Prevenir la hipercolesterolemia es una iniciativa que implica un planteamiento holístico en torno al modo de vida. Con una dieta cardiosaludable, suficiente actividad física, la supresión de hábitos nocivos como el tabaquismo y la ingesta moderada de azúcar y sal, las personas pueden reducir ostensiblemente el riesgo de padecer hipercolesterolemia y demás complicaciones relacionadas con esta condición. Dar prioridad a estos cambios en el estilo de vida no sólo favorece la salud del corazón, sino que además contribuye a mejorar en todo sentido la calidad de vida.